¿Tu hijo dice malas palabras y no sabes qué hacer? Hoy en Escuela de Padres hablamos sobre este tema que nos preocupa a todos los papis: ¿cómo desterrar las malas palabras del vocabulario de nuestros peques?
El consejo generalizado es: “si no las escuchan, no las dicen” pero… ¿qué pasa si ya las conocen? ¿Cómo hacer para que no las repitan cuando en el cole, por la calle o incluso en casa pueden oírlas de vez en cuando?
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Por qué los niños dicen malas palabras
Muchos padres se enfrentan a las primeras malas palabras o “frases escatológicas” de sus hijos cuando estos dejan el pañal y comienzan a ir al baño. ¿Por qué? Pues sencillamente porque los peques utilizan su propia experiencia de algo que asocian como “sucio” para referirse a otras situaciones. ¿No te ha pasado escuchar a tu hijo haciendo chistes sobre caca y reírse? A mí sí… Con el tiempo, estos chistes pueden derivar en la utilización de esas palabras para referirse a objetos e incluso, a personas.
¿Y qué pasa cuando más allá de palabras como pis o caca el niño utiliza malas palabras? No hay nada más normal que un niño diciendo una mala palabra que escuchó de boca de sus padres, en el cole o en la calle. Al decirla, se rebela y al mismo tiempo llama tu atención porque… ¡casi ningún padre puede quedarse callado frente a su pequeño príncipe o princesa diciendo una barbaridad! Así que para ellos es objetivo conseguido. Razonemos como los peques: si digo “X”, mis papás reaccionan y me vuelvo centro de atención, por lo tanto lo seguiré diciendo. No importa el reto recibido sino la atención de las personas que más quieren en el mundo.
Además, las palabrotas ayudan a los peques a sentirse parte de un grupo: si sus amiguitos dicen malas palabras, es muy probable que tu hijo también.
Guía para padres: ¿qué hacer frente a las malas palabras?
Veamos algunos consejos para erradicar las malas palabras del vocabulario de nuestros hijos:
Predicar con el ejemplo: si no quieres que tu hijo diga palabrotas, no las digas tú. Aunque creas que tu peque no está prestando atención, puede suceder que tu peque pesque al vuelo justo lo que no debería y lo repita.
Ignorar la mala palabra: ¿tu hijo las dice para llamar tu atención? No caigas en la trampa. Si le prestas atención aunque sea para retarlo, lo seguirá haciendo porque sabrá que es un método infalible para que tu atención esté al 100% con él.
Evitar enfadarse: se puede corregir al niño, diciéndole que es mejor utilizar otra expresión pero sin demasiado énfasis ni grandes aspavientos. No te enfades con él, lo más probable es que no sepa exactamente qué significa lo que ha dicho. Mi hijo por ejemplo decía una barbaridad que escuchó de boca de sus primos mayores el verano pasado y yo le corregí diciéndole que la expresión era en realidad “la luna madre”. Después de unos días, le pareció tan aburrida que dejó de utilizarla solito.
Explicar los significados: si los peques son un poco mayorcitos, se les puede explicar el significado de lo que dicen, haciéndoles ver que un insulto puede herir a otra persona. La empatía es fundamental a la hora de enseñar a nuestros hijos.
Enseñar a los peques otra manera de demostrar frustración: la agresividad física o verbal no es la manera adecuada de expresar que algo no nos gusta. Eso es exactamente lo que debes decirle a tu hijo. Dale armas para expresar sus emociones de manera tranquila y evitar así la agresividad de cualquier índole.
A ningún padre le gusta escuchar palabrotas en la boca de sus hijos pero debemos tener en cuenta que es parte normal del desarrollo infantil. Todos los peques más tarde o más temprano las dicen, de nuestras reacciones dependerá si esta actitud perdurará en el tiempo o no.
por:pequeOcio
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